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La Matanza

Los primeros habitantes

Los asentamientos humanos en el Área Metropolitana de Buenos Aires se pueden remontar hasta 9000 años. En aquella época transitaban nuestro territorio ejemplares de la llamada megafauna como gliptodontes y megaterios que convivían con grupos humanos reducidos, de forma de vida nómade, que se dedicaban a la caza de estos animales y a la recolección de frutos silvestres. La extinción de esta fauna y el desarrollo de nuevas especies produjeron una adaptación de los grupos humanos originarios a su nuevo hábitat lo que provocó cambios en el tipo de herramientas y armas que utilizaban. Sin embargo, siguieron siendo sus actividades principales la caza, la recolección y la pesca.

Cuando llegaron los europeos en 1536, el territorio que hoy es La Matanza estaba habitado desde hacía más de 1000 años por grupos pertenecientes la parcialidad querandí, carayhet o mbegua a los que los españoles llamaron "magdalenitas" o "matanceros".

Los primeros contactos de estas parcialidades con los europeos fueron pacíficos, pero la codicia de los conquistadores llevó al maltrato y a la guerra. Es así que, en 1541, los pueblos querandíes junto a los guaraníes, los obligaron al abandono de Buenos Aires y al traslado de su población hacia Asunción.

En 1580 se produjo la Segunda Fundación de Buenos Aires por Juan de Garay y volvieron a ser nombrados los querandíes en las Crónicas de la Conquista cuando, en 1582, reparte el territorio junto con los indios entre sus hombres.

La zona del Río Matanza quedó asignada a Don Juan Ruiz de Ocaña que enfrentó y derrotó a los querandíes matanceros del cacique Telomiac Condíc (o Telomonian Condie) en sus orillas.

La Colonización española

El Río Matanza -que nace de la confluencia de los arroyos Los Pozos y Cañuelas y recibe las aguas de otros, de los cuales el Morales es el más importante, recorría la llanura hasta el Paso de Burgos, actual Puente Uriburu, en donde comenzaba el Riachuelo de los Navíos-, se convirtió entonces en la columna vertebral de los primeros asentamientos.

Las más antiguas divisiones territoriales de la colonia fueron los Pagos, antecedentes de los Partidos, que nacieron a partir de las primeras distribuciones de suertes y estancias. Los Pagos eran extensiones de tierra de límites imprecisos a partir de los que se fueron dando las primeras mercedes de tierras, lo que posibilitó un lento poblamiento de la campaña. Ya en el siglo XVII se comenzó a llamar a esta parte del territorio bonaerense La Matanza. Si bien el origen del nombre es incierto, se cree que hace referencia a la matanza de españoles ocurrida en 1536, cuando murió, a manos de los indios, Don Diego de Mendoza, hermano del Primer Adelantado del Río de la Plata. Seguramente este hecho hizo que a la zona se la comenzara a nombrar como "el lugar de la matanza" quedando, con el tiempo, fijado en la toponimia bonaerense. Esta explicación es la aceptada por AIRA (Asociación Indigenista de la República Argentina).

En el siglo XVIII el Pago de La Matanza comprendía un extenso territorio al sudoeste de la Ciudad de Buenos Aires. En 1730 se erigieron los curatos de la campaña porteña entre los cuales figuraba el de La Matanza. Quedó entonces demarcado el territorio del Pago cuyos límites eran: al norte, el río Las Conchas (hoy Reconquista), al sur, el río Matanza, al oeste, el Salado y al este, la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, todavía en los documentos de la época se usaban otros nombres para designar a esta parte de la campaña bonaerense como Cañada de Juan Ruiz, Cañada de Oliva, Las Conchas, Merlo y Morón, lo que nos lleva a pensar que aún no existía una identificación certera del lugar. Las divisiones judiciales y administrativas, con la designación de los Alcaldes de la Santa Hermandad se crearon siguiendo los límites de la organización eclesiástica.

Después de malogrados intentos por fundar la Alcaldía del Pago de La Matanza, fue definitivamente autorizada por el virrey Ceballos el 31 de diciembre de 1777. El 1 de enero de 1778 se designaron las personas para ocupar ese cargo para "los intermedios de Las Conchas y Matanza" y se nombró a Don Bernabé Casero y Don Juan Manuel Echabarri "...dividiéndose el territorio por mitad..." Esta fecha es considerada, desde hace setenta años, por el Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires como la de la creación del Partido porque se establece la presencia del estado virreinal en el territorio.

Finalmente, en 1784, queda deslindada la jurisdicción de ambos alcaldes, asignándole a uno la Parroquia de Buen Viaje (Morón) y a otro las chacras de Altolaguirre y Arguibel.

Las características del Pago de La Matanza fueron descriptas por distintos cronistas: falta de árboles, campos cubiertos de cardos, existencia de animales salvajes como ñandúes, zorrinos y perdices. A medida que avanzó la colonización aparecieron mencionados las chacras y el ganado. El territorio estaba escasamente poblado. En el Padrón de 1744 se consignaron 547 habitantes. En esta época La Matanza era un territorio inseguro, de frontera con el indio, que lentamente se iba ahondando en la pampa.

La época criolla

La Revolución de Mayo no marcó una abrupta ruptura con la organización administrativa virreinal. En 1812 el Pago se divide en dos jurisdicciones: Matanza y Morón y, para una mejor administración, cada una, con un Alcalde de Hermandad. Sus límites se establecieron en el camino de Burgos (actual calle Don Bosco). Las antiguas instituciones coloniales terminarían en 1821 cuando el Ministro del Gobernador Martín Rodríguez, Bernardino Rivadavia, estableciera las reformas, entre ellas, la supresión de los cabildos y la instauración de los Juzgados de Paz.

A partir de ahí la creación de un Partido se implicaba el nombramiento de un Juez de Paz que ejercían funciones judiciales y eran la mano ejecutora de las órdenes del Gobierno de la Provincia en el Partido.

Por Decreto del 28 de diciembre de 1821 se crearon tres departamentos judiciales. El segundo se situaba entre los ríos Matanza y Areco y comprendía Morón, Lobos, Pilar, Villa del Luján, Navarro, Guardia de Luján, Capilla del Señor, San Antonio de Areco y su Fortín. La Matanza no aparecía como partido dentro del Departamento. Debido a esto, por Acuerdo del 6 de febrero de 1822, el Gobierno dictaminó que el territorio de La Matanza debía estar bajo jurisdicción del Juez de Paz más cercano, o sea, el de Morón. No obstante, tres años más tarde, el 29 de abril de 1825, se restablecen sus antiguos límites, a pedido de los vecinos que "hacían notar que los intereses económicos de los pobladores de Morón y los suyos diferían, por cuanto ellos eran hacendados y los primeros agricultores". El primer Juez de Paz fue Don Manuel Torres.

Hacia 1820 La Matanza abarcaba parte de lo que hoy es la Ciudad de Buenos Aires. Al noroeste su límite era el Camino de Burgos, pero, en la zona central –la Cañada de la Paja-, se mezclaba con el Partido de Morón, al sudeste, el río Matanza, al sudoeste, no estaba aún muy definido confundiéndose con el Partido de Lobos.

La Matanza estaba dividida en cuatro cuarteles territorial y administrativamente:

  • El Cuartel Primero, Los Tapiales hasta el bañado que divide con el partido de San José de Flores, ocupaba los actuales barrios capitalinos Villa Lugano, Mataderos, Liniers así como Villa Celina, Madero, Aldo Bonzi, Tapiales, La Tablada, Villa Insuperable, Lomas del Mirador, Ramos Mejía, Ciudadela, San Justo, Villa Luzuriaga, Ciudad Evita y parte de Isidro Casanova. 
  • El Cuartel Segundo, Alto Redondo, se extendía por las actuales Isidro Casanova, Rafael Castillo, Gregorio de Laferrere y González Catán. 
  • El Cuartel Tercero, la Cañada de La Paja hasta tocar el cuartel del Pozo, se ubicaba en la cuenca del arroyo Morales que coincide aproximadamente con las localidades de Virrey del Pino y 20 de Junio y parte del actual Partido de Merlo.
  • El Cuartel Cuarto, los Pozos, abarcaba "hasta el deslinde con el partido de Lobos" incluyendo territorios de los Partidos de Marcos Paz, Gral. Las Heras, Cañuelas y Lobos.

Renombrados vecinos como Justo Villegas, José María Ezcurra y Arguibel ejercieron la función de Juez de Paz en La Matanza.

Por otro lado, La Matanza fue escenario de las luchas civiles de unitarios y federales, entre ellos, Juan Manuel de Rosas y Gral. Juan Galo Lavalle. El año 1829 estuvo signado por la crisis política y los enfrentamientos militares en la Provincia de Buenos Aires, hechos de los que ambos fueron protagonistas.

El 1 de diciembre de 1828, en la Ciudad de Buenos Aires, hubo un levantamiento militar unitario al mando del Gral. Lavalle contra el Gobernador y Encargado de Relaciones Exteriores, el federal Manuel Dorrego. Acorralado, Dorregó escapó a Cañuelas buscando el apoyo de Rosas. Su ausencia fue aprovechada por los sediciosos que, en Asamblea, declararon su destitución por abandono del cargo y nombraron Gobernador provisorio a Lavalle.

Rosas era Comandante General de Campaña y le prestó ayuda militar a Dorrego. Las fuerzas dorreguistas fueron derrotadas el 13 de diciembre en Navarro por las tropas unitarias y Lavalle ordenó su fusilamiento. La ejecución de Dorrego desató el enfrentamiento armado entre los unitarios de Lavalle y las fuerzas federales comandadas por Rosas y Estanislao López, Gobernador de Santa Fe, que contaban con un ejército muy superior. El 26 de abril de 1829 se enfrentaron en la batalla de Puente de Márquez, de la que salieron victoriosos los federales.

Tras la batalla, el partido de La Matanza cobijó a ambos líderes. Rosas acampó en su Estancia San Martín (hoy Museo Histórico Municipal) y Lavalle en la Chacra de Los Tapiales de Altolaguirre, propiedad de la familia Ramos Mejía.

El 4 de mayo de 1829 Lavalle recibió en esa chacra al Tte. Cnel. Juan Manuel Yepes, edecán de Estanislao López, que llevaba una propuesta de paz.

Rosas y Lavalle quedaron como únicos interlocutores para lograr la paz en el territorio bonaerense y el Partido de La Matanza fue el escenario de las tensiones entre ambos. La situación era insostenible para Lavalle que, desde Los Tapiales, inició una política conciliatoria con el jefe federal y envió representantes a entrevistarse con Rosas. Pero no hubo entendimiento. De modo que Rosas invitó a Lavalle a una reunión a solas para lograr un acuerdo. El encuentro se produjo el 16 de junio en la Estancia San Martín, desde donde marcharon a Cañuelas. En el terreno neutral de la Estancia La Caledonia, propiedad de los hermanos John y Andrew Miller, firmaron el Pacto que sellaba la paz el 24 de junio. Los acontecimientos posteriores dejaron despejado el camino para que Juan Manuel de Rosas fuera electo Gobernador por la Cámara de Representantes de la Provincia y asumiera el 8 de diciembre de 1829.

En la primera mitad del siglo XIX, la economía de La Matanza se basaba en las actividades agropecuarias. En los Cuarteles Primero y Segundo, ubicados en las "tierras de pan llevar", predominaban las chacras que se dedicaban principalmente a la actividad agrícola, en especial, al cultivo de cereales, aunque también había explotación ganadera. Los Cuarteles Tercero y Cuarto tenían preponderancia de estancias de mayor superficie dedicadas, sobre todo, a la actividad ganadera, aunque muchas poseían cultivos para el autoconsumo y eventualmente para el abasto de la Ciudad. La economía era mixta: en todos los establecimientos había variedad de ganado complementada con actividad agrícola, independientemente de la zona en la que estuvieran ubicados.

A partir de 1852 se producen cambios substanciales en la actividad ganadera: la cría de ganado vacuno fue desplazada por la del lanar que sería la más importante hasta finalizar el siglo.

La Matanza Municipio

La permanencia de los jueces de paz como principal autoridad política de los partidos bonaerenses se mantuvo hasta 1854. En esa época Buenos Aires se había separado de la Confederación Argentina y había constituido un estado autónomo con una Constitución propia. El 16 de octubre de 1854, en ese contexto, se produjo un cambio institucional que afectó la organización política interna de la provincia: la sanción de la Ley de Municipalidades de Campaña. De este modo concluían varias décadas de poder centralizado de los jueces de paz que dependían directamente del gobernador. Se restableció el régimen municipal, cuya última expresión habían sido los Cabildos suprimidos en 1821. "El régimen económico y administrativo de cada uno de los Partidos de Campaña, estará a cargo de una municipalidad compuesta del Juez de Paz y cuatro propietarios vecinos del distrito – Cada Municipalidad tendrá dos suplentes..."

La Municipalidad de La Matanza quedó integrada por los miembros titulares Lino Lagos, Pedro José Díaz, Pedro José Ezcurra y Juan Ramón Muñoz y por los suplentes Antonio Papdorf y Santos Cabrera. El Juez de Paz y Presidente designado fue José Silveyra.

Pero todavía La Matanza no tenía un pueblo cabecera para asiento de las autoridades municipales. En 1853 habían comenzado las tratativas para crearlo. Primero se pensaba ubicarlo en las Tierras de Carrizo en el centro del Partido. Pero, debido a que los herederos de Justo Villegas donaron los terrenos para el centro cívico: plaza, edificio municipal, parroquia, escuela y cementerio, el 25 de diciembre de 1856 se fundó San Justo como pueblo cabecera del Partido en esas tierras.

En 1864 se estableció una nueva división territorial de la Provincia y La Matanza perdió lo que había sido el Cuartel Cuarto que pasó a formar parte de los Partidos de Gral. Las Heras y Merlo. En 1878 otra vez se redujo su superficie para formar el partido de Marcos Paz. De esta forma los límites fueron conformando su superficie actual de 323 km.2

Industrialización y desindustrialización

Hasta la década del 30 La Matanza presentaba una fisonomía rural. Según datos proporcionados por el Censo Industrial de 1935, el Partido tenía un total de 136 establecimientos industriales que ocupaban un total 1190 personas. Luego se sancionaron las primeras ordenanzas destinadas a la promoción industrial. La mayoría de los establecimientos se ubicaron principalmente en San Justo y en Ramos Mejía, más cercanas a la Capital Federal, de manera que se empezaron a urbanizar a un ritmo acelerado.

Los incentivos otorgados tuvieron efectos positivos: entre 1935 y 1947 la cantidad de industrias se triplicó. Después, entre 1947 a 1960, se produjo un proceso de modernización debido a la intensificación de la actividad industrial. Esto implicó un significativo aumento en la población acompañado por un incremento de la urbanización. El Censo Industrial de 1954 refleja este desarrollo con un total de 1.638 industrias y el Censo General de Población de 1960 da 401.738 habitantes.

La década del 70 marca una ruptura en el crecimiento industrial a la que sigue un estancamiento durante los 80 y el proceso de desindustrialización de los 90, producto de la aplicación de las recetas neoliberales auspiciadas por el F.M.I. A pesar de este proceso, hoy en día el Partido de La Matanza sigue teniendo áreas rurales, como Virrey del Pino, dedicadas principalmente a la actividad hortícola.

El proceso de urbanización

A principios del siglo XX el aumento de la población de la Capital Federal extendió el tejido urbano más allá de los límites de la Av. Gral. Paz. La llegada de innumerable cantidad de inmigrantes europeos transformó el problema de la vivienda en algo crucial, lo que llevó a la construcción de barrios en la zona lindera con la Capital. Las facilidades dadas para la compra de lotes, la ampliación de las líneas de tranvía y el ferrocarril acentuaron ese proceso. La Matanza contaba con dos zonas urbanas, San Justo y Ramos Mejía, que habían surgido a partir de la creación de una estación del Ferrocarril Oeste, primero llamada San Martín, luego Lavalle y finalmente Ramos Mejía. La extensión de las vías férreas por el territorio matancero posibilitó la creación de otros centros urbanos como Gregorio de Laferrere, González Catán, Isidro Casanova y Rafael Castillo.

Sin duda fueron las migraciones internas, a partir de la década del 30, las que produjeron la explosión demográfica en el distrito, estimulando la propagación del tejido urbano a los costados de la Ruta Nacional Nº 3 y la formación de nuevos barrios obreros y asentamientos precarios que dan a La Matanza su fisonomía característica.

En la primera década del siglo XXI, La Matanza es un municipio multifacético donde conviven contrastes de todo tipo. Consolidar los cambios que se vienen dando en los últimos años en los que se percibe el renacer de aquella Matanza industrial de trabajadores y emprendedores que tanto nos supo enorgullecer, que soñamos con volver a tener, que toda la sociedad de La Matanza merece es el desafío de nuestro presente.

  • Parcela con límites dedicada a la actividad ganadera.
  • En los documentos se llama indistintamente Matanza o Matanzas, lo mismo ocurre con el río que le da el nombre.
  • Funcionario nombrado por el Cabildo de Buenos Aires que desempeñaba la función de policía rural.
  • La chacra de Altolaguirre es conocida como De Los Tapiales cuya casa se encuentra actualmente dentro del Mercado Central de Buenos Aires.